sábado

Historia de un amor

Corría sin parar hacia la abrasadora oscuridad que estaba delante suyo, parecía que por más que corría y corría, no avanzaba ni un centímetro; En un segundo, aquella temible oscuridad se abalanzó sobre él y lo traspasó junto con un helado sonido de vacío. Era algo que nunca esperó sentir y que nunca había sentido.., era el frío del engaño y desesperación.

Sumergido en aquella triste oscuridad, no podía moverse, se sentía atrapado como si hubiese caído en una fosa llena de brea, o de arena movediza…De pronto, comenzaron lentamente a aparecer pequeños puntos luminosos sobre su cabeza, semejantes a estrellas, pero movibles. Intentó tocarlos, pero se encontraban demasiado lejos, hacia arriba.., y hacia atrás, aquellos puntos eran sus recuerdos de felicidad, recuerdos pasados y anhelos futuros, en los que yacían todas sus esperanzas y sueños.

¿ Cómo era posible estar atrapado en una total oscuridad… ? Se encontraba confundido, triste y solitario, buscando atrás en el pasado, delante en el presente y tratando de imaginar el mañana en el futuro, pero todo era inútil, no lograba ninguna explicación lógica…

De la nada, llegó volando o más bien, flotando hacia el una especie de neblina densa, visible bajo los puntos luminosos, que le permitían ver que estaba en nada.

En menos de un minuto, aquella amorfa masa gaseosa se esclareció y dejó ver una forma extraña, pero reconocible. Se trataba de un espejo, el espejo más hermoso que nunca antes había tenido la suerte de ver… Se sintió un poco intimidado para acercarse, pero al fin tomó valor y se aproximó a tocarlo. Aquél espejo se alejó como si le hubiera dado miedo aquel ser.

Pero no pasó mucho antes de que aquel objeto aparentemente inanimado se acercara a su cara y lo dejara ver un reflejo, pero no el suyo.

El chico se asustó un poco, pero más que asustado, se encontraba asombrado y ciertamente se notaba curioso ante el suceso. Entonces le intentó preguntar que era lo que pasaba, pero sólo se movieron sus labios, de su boca no salió ningún sonido. Esto si que dejó perplejo a nuestro chico, pero siguió intentándolo.

Luego de muchos intentos, se dio cuenta de que era imposible comunicarse con la voz, pero no se dio por vencido, sabía que debía haber un modo para lograrlo. Entonces alzó la voz de su mente y corazón preguntando ¡ Qué rayos !

De pronto, una hermosa voz de mujer le respondió – “ Hola ”- acompañado de un cálido pero desconocido beso en la mejilla, provocó que el chico despertara de un sobresalto y empapado en sudor y confusión.

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